Una de las cualidades de Sor Juana Inés de la Cruz, fue su extraordinaria inteligencia, de la cual dio pruebas desde su más tierna infancia, aunque dicha cualidad iba ligada a un espíritu de constante esfuerzo y sacrificio.
Prueba de ello, es el anécdota que Sor Juana Inés de la Cruz, nos cuenta por confesión propia, en la que nos dice que su anhelo de aprender la llevó al extremo de recortarse el cabello y no dejárselo crecer de nuevo hasta haber asimilado algo que se había propuesto y nos dice con su incomparable gracejo: “ No me parecía de razón que estuviese vestida de cabellos una cabeza que estaba tan desnuda de noticias, que eran más apetecible adorno “
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