Hay melodías que sacuden, estremecen, vibran y en una taquicardia sentimental vuelven arrítmico el corazón de cualquier ser humano, mi naturaleza no es la excepción. No sé que es la vida, solo sé que respiro y si respirar es vivir, bienvenida sea la vida, lo demás es cuenta mía, siguiendo los designios y la voluntad de Dios
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