Conocimiento y Cultura

jueves, 15 de marzo de 2012

Fragmentos de la elección pasada

En el territorio de la competencia electoral muchas veces no gana el más capacitado para ejercer un cargo público sino que, el más abonado económicamente y esa es una deslealtad a la intelectualidad. Mi primer recomendable para los funcionarios entrantes es que se lea el libro El arte de la prudencia de Baltasar Gracián, El principe de Nicolas Maquiavelo, el estudio profundo de la Biblia, mejorar la oratoria para aminorar el discurso leído y escuchar esa expresión fluida que es característica de otros países, en los curules sentarse en posición erguida no muy explayado, evitar el señalamiento ácido y ofensivo, se puede discutir acaloradamente en una forma civilizada sin vocablos inflamados, y no proferir palabras con doble y triple sentido y poder apreciar deliberaciones dialécticas , evitar las chirigotas y chanzas públicas. Tampoco afarolarse en temas políticos intrascendentes, evitar las peroratas maratonicas . Todo esto lo escribo con el animo de abonar a la nueva clase política sin esgrimir ninguna intención malévola de causar daño, ni pergeñar a nadie. Todo político está bajo la lupa de la observación y bajo el prisma de la critica, hay que ganarse las palmas y las tablas con un buen desempeño, en estos tiempos de hogaño la gente está pendiente de lo que se dice , los salvadoreños manejamos la bitácora de las cualidades y los defectos y enfocamos los reflectores en el análisis y la propuesta coherente productiva de los funcionarios, las cosas han cambiado.

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