Conocimiento y Cultura

jueves, 10 de marzo de 2011

El café

Fui a beberme una humeante taza con café a una cafetería de un supermercado, a un costado, en otra mesa se sentó una señora, entrada en años con indumentaria de una persona no muy fina pero tampoco de escaso gusto por el vestir, de presto me paso la mirada en una forma bastante furtiva, la mirada era científica, llena de cálculos. Yo estaba enfrascado en la lectura de un buen libro, pero con escurridizo reflejo observe que la señora le había impresionado ver a alguien leyendo sin parpadear movimiento, pero estaba tan absorto en la fijación libresca que no podía llevar la secuencia episódica de posibles miradas si las hubieron pero al transcurrir  unos minutos la señora se levantó de su mesa después de su tentempié y me felicitó por la forma de aprovechar el tiempo cortésmente correspondí con agradecimiento el detalle .Después mi memoria generosa y altruista me felicitó también de la impresión que se causa con la lectura.

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