Mi memoria y mi IQ estaban tranquilos de repente me invadieron ciertos demonios, como es la inseguridad, el temor, la falta de confianza en si mismo y otros que ellos mismos embusteramente hacen un entuerto y lo peor que no solo invaden mi cerebro sino que con una saeta con arsénico atacan mi corazón. Mi amor propio con una oración logra despegarlos de mis órganos vitales y luego desaparecen, naturalmente la oración dio sus efectos. Pero en el menor descuido de una flaqueza de mi carácter vuelven los demonios a atacar, respondo con mi espada que es la oración
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