La
cortesía tiene que ser el mayor embrujo de un político, si hablamos en un lenguaje esotérico.
En un lenguaje popular eléctrico el político no tiene que agarrar carga ( no
tiene que enojarse ). La primera vez que lo engañe un político la culpa será de él, la segunda será
mía. Por lo general la mirada de un político es científica ( calculadora ). Con
excepciones mínimas, en política la sinceridad es una entelequia ( no existe en
la realidad ). El político avezado tiene que vender un talento de avanzada ( un
verdadero clarividente ) para que la gente crea en las creencias. Un político
para impresionar tiene que tener dotes histriónicos, flemático ( actúa con
calma ), adusto ( serio ), circunspecto ( prudente ).Un político si tiene poco talento
tiene que quedarse callado, si tiene bastante también tiene que quedarse callado
.Los ancianos contaban que en política el vivo es bobo y el bobo es vivo.
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