DEJAR CON HAMBRE A LOS
DEMÁS : . Hay que dejar con la miel en los labios. El deseo es la
medida de la estimación. Es bueno paliar la sed física, pero no
saciarla: lo bueno, si poco, es dos veces bueno. Se pierde mucho en
la segunda vez. Las grandes dosis de agrado son peligrosas, porque
conducen al desprecio de lo mejor. La única regla para agradar:
coger el apetito con hambre. Es más estimulante un deseo impaciente
que un hartazgo de placer. Se disfruta el doble de la felicidad
difícil de conseguir. BALTASAR GRACIAN. Nota: Esta es la gran sabiduría de los libros como decía el inmortal Alberto Masferrer.
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