Se dice que la forma de la candidatura para cargos de elección popular desarrolla los lazos entre los votantes y los candidatos y entre los candidatos y los partidos. Candidato es la persona que se postula para ser elegida en
Para obtener alguna información sobre la etimología del término encontré que cuando los tribunos de la antigua Roma emprendían sus campañas políticas siempre iban vestidos con una toga blanca con el fin de causar una buena impresión entre sus electores. Así, la palabra “candidatus” que significa persona vestida de blanco, llegó a convertirse en sinónimo de una persona que busca alguna dignidad, honor o cargo.
Con las candidaturas independientes sobre las que se está hablando en nuestro país que representan un proceso que va marchando bastante bien muchas personas que no quieren estar sumisas y que están emancipadas de una doctrina partidaria podrán ocupar una candidatura a diputado.
Con esa libertad, un candidato independiente va a poder externar su punto de vista sin ambages y no va a tener un discurso guionado si hablamos en un lenguaje de celuloide. También va a ser mensurable su caletre en sus exposiciones y su nivel cultural.
Qué buen regalo de 2011 sería para los salvadoreños si dentro de las candidaturas independientes para las próximas elecciones nos resulta una persona con la locuacidad y retórica al estilo Demóstenes.
Por este medio tan prestigiado, quiero felicitar a los obstinados iniciadores y propulsores de esta nueva modalidad de participar en política en este terruño adorado. A los concursantes a las candidaturas independientes, deseo sugerirles que no se puede ser un Odiseo y decir “cuando sea elegido ahí voy a aprender”. ¡No! Algún conocimiento de la vida pública y nacional se debe poseer y si no, como decía mi abuela, “para descansar en las brasas mejor sigo caminando”.
Un contertulio afirmaba que políticos no hay, que se hace política. La política entre algunas de las definiciones que tiene figuran estas: Es la actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos.
Aquí en nuestro medio la mayoría de la gente está cansada de ver los mismos rostros y quiere ver caras nuevas, que presenten sus concepciones para la mejoría del país, con nuevas perspectivas. Nuestro querido El Salvador pide a gritos un género de político telegénico, estadista, y estadista es persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado. Un político que pueda tender la rama de olivo para reconciliar esta agitada patria. Que cambia la forma de pensar de la clase política de hogaño que no sugiere, que con comentarios ácidos, cree que está aportando.
Si no cambiamos nuestra forma de hacer política, lo que puede suceder es que volvamos a Macondo. Las candidaturas independientes también tienen que independizar su ideología haciendo honor y alusión a su pretensión. Para la política lo que se necesita es que mueva el frasco de las nuevas ideas.
Espero que la luz de mi existencia no se vaya a apagar sin poder ver en El Salvador un salvadoreño que pueda remedar a Lincoln, Churchill e incluso hasta a la fecha a un Lula y otros de los grandes que nos dejaron legados. Un estadista lo que menos piensa es en usar a política para beneficio de sí mismo; piensa en su patria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario