La casa de la conversación

           LA CASA DE LA CONVERSACION

San Salvador es la capital iberoamericana de la cultura 2011 proclamada por la unión de las ciudades capitales iberoamericanas (UCCI) con este honor es  una nueva oportunidad para lanzarnos al mundo de la cultura. Un escritor famoso dijo:” Creo que las vidas de todos nosotros serían mejores si cada uno de ustedes llevara  siempre un libro en su morral” también otro escritor galardonado mencionó ”la literatura existe para que podamos ser otros, vivir otras vidas no somos los mismos en la intimidad, en público, en el amor”. Cuando han venido asesores extranjeros en sus famosas capacitaciones, más de alguno ha dicho que a los salvadoreños nos falta (libro). En la actualidad los salvadoreños estamos viviendo situaciones difíciles si hubiéramos sido previsores se hubieran arreglado con libros. El problema cardinal de nuestro crecimiento intelectual no es de educación, de reformas, de pedagogía, de didáctica, de planes de estudios, de informes estadísticos,  el problema es de libros y sino leemos que podemos saber, que podemos opinar. El escritor Roberto Pliego en su libro”101 preguntas para ser culto” manifiesta que entre otras acepciones,  El Diccionario de la lengua española ofrece estas tres para definir el término cultura: “Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico”; “Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc.”; “Conjunto de las manifestaciones en que se manifiesta la vida tradicional de un pueblo” La primera es pedagógica, quizá filosófica; la segunda es antropológica; la tercera es etnográfica. La palabra ha bailado con tantas parejas que no es fácil reconocer con quién llegó a la fiesta de la civilización y con quién se irá cuando se apaguen las luces. Debemos renunciar a considerar la cultura desde una perspectiva acumulativa o especializada. La cultura es una casa. A ella invitamos a aquellas obras y a aquellos autores que estimulan nuestra libertad  creadora y reflexiva para practicar el arte de la conversación. La cultura es la casa de la conversación. Muchos hablamos y son peroratas maratónicas pero no conversamos. Un hombre puede ser educado, pero no puede ser culto y lo que da la educación es la cultura. Carlyle decía: La verdadera universidad de hoy en día es una colección de libros. Se ha hablado mucho de cambios y para toda persona que participe en política con la lectura obligatoria varias veces del libro “ Hace falta un muchacho “ de Don Arturo Cuyas, nuestro querido El Salvador tendría un gran cambio. Entre algunos aforismos está el de un Rey que comentaba: los libros son, entre mis consejeros los que más me agradan porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer. Se tiene que ser un labrador de vida y de cultura y no un reciclador de conocimientos. Aquí en nuestro país no he escuchado a alguien que verbalmente juegue al ajedrez de la palabra y haga esos enroques lingüísticos que tanto gustan. La calidad de un vaso se refleja en su sonido aun cuando esté roto; la inteligencia del hombre se refleja en su manera de hablar. Se tiene que fomentar desde ya el habito de la lectura , con concursos, con premios, con rifas, con charlas como lo hacen otros países. Nuestro país tiene bastantes profesionales , lo que no hay es muchos lectores, Epilogando está opinión. En agosto próximo se celebrará en San Salvador la feria Internacional del Libro en Centroamérica y mi amado país será la casa de la conversación.