Mi
naturaleza genética es alegre, jovial, pero este día hubo un
desperfecto neuronal que impacientó mis facultades volitivas, me
produjo ansiedad de nada y no pude controlar la ansiedad
momentaneamente, me puse a platicar con un amigo y la plática se
convirtió en una tertulia que paulatinamente disipó mis neuras
afiebradas efímeras. Me puse a pensar posteriormente en Pitágoras y
su famoso causa y efecto, cual fue la causa de ese desenfreno
emocional repentino. Mi mente estaba agotada de una saturación de
ideas y lecturas y la mente cuando esta agotada ella se rebela y
manda un dato negativo y eso fue lo que pasó. La mente pide
diversión espontánea y no estaba acorde con mi código genético.
Hay que ponerle atención a las leyes de la naturaleza
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