Nuestro
país convulsionado levemente con ajetreos sociales, todavía no
llegan a enconos se han quedado en hipos temporales, pero no es
recomendable que se den estos acontecimientos por fugaces y efímeros.
El problema es económico es el meollo del asunto es donde la esperanza pierde su nombre. Hay que promover fuentes de
trabajo y el secreto está en fortalecer la micro y pequeña empresa
salvadoreña .hay un vaivén de opiniones y comentarios sin llegar a
objetivos. Todo pasa, resbala, vuelve a pasar y vuelve resbalar, es un
tobogán. La gente no le interesa lo político, opina, pero lo que le
interesa es trabajar y ese el acertijo.
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