Tengo
tristeza intelectual por muchas cosas que observo, donde no prevalece
el conocimiento, la experiencia, el sacrificio, el tesón, el
carácter de ser alguien, esa nobleza interna de dejar un legado para
presentes y futuras generaciones, por no decir el YO SOY el que fui.
Prevalece el arreglo, la componenda, la preferencia y un promontorio
de entretejidos que muchas veces no se sabe quien tiene la punta del
ovillo, lo que más temor me da que estas cosas que suceden se
vuelvan una cultura. Dios nos proporcione algún día el poder
opinar y ser escuchados.
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