Hay defectos de carácter de la naturaleza humana, algunos son más ostensibles que otros, se les llama también pecados, como son la gula, pereza, orgullo, avaricia y otros. Difícilmente los podemos extirpar de una sola vez, tenemos que graduarlos, pero lo primero que hay que hacer es identificarlos, después trabajar con ellos y aminorar esos impulsos, hay algunos que nos gustan y gozamos convivir con ellos, pero tarde o temprano nos afectan, muchas veces más temprano que tarde. La moraleja es que tenemos que reducir esas ansiedades y mejorar en nuestro diario vivir para evitar una prolongación de ellos mismos.
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