Uno no se debe mostrar igualmente inteligente con todos, ni se deben emplear más fuerzas de las necesarias. Ni derroches de sabiduría ni de meritos. El buen halconero no echa a la presa más aves que las necesarias para cazarla. No se haga de la ostentación la norma, pues al día siguiente no causará admiración. Siempre debe haber novedad con que destacar. Quien cada día se descubre un poco más siempre mantiene la expectación y nunca nadie descubre dónde acaba su talento.Bibliografía. Gracián, Baltasar. El arte de la prudencia
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