Hay risas sardónicas las que llevan desdén y escarnio, las famosas humillantes. Hay también risas furtivas, ocultas que es la famosa sonrisa, es cuando los ojos hablan lo que se callan los labios, son sesgadas, son bonitas esas sonrisas, son misteriosas. Está la risa política o sea la diplomática muchas veces fingida, casi siempre, esa risa que lleva familiaridad y en el fondo lo que hay es individualidad, es una risa inteligente, refleja originalidad y confianza. Después de reír políticamente la mirada se queda hueca, las contracciones faciales denotan que no hubo sinceridad. La risa tiene escasa operatividad en niveles superiores, es mejor parecer adusto(serio) que sea sinónimo de persona dueña de sus actos y de conocimiento, muchas veces no lo hay, simplemente es seriedad y buen terno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario