La mejor herencia que me dejó mi padre era un intermitente lee, Lee, Lee y esa luz no se apagaba, de presto me decía que estás leyendo. Mi padre que grandes recuerdos tengo de sus consejos, sus tertulias maratónicas, habían sábados que empezábamos a platicar a las cuatro de la tarde y llegaban las nueve de la noche y nosotros platicando y nos decían nuestros familiares, no van a cenar. Mi padre, mi padre, que huella dejó en mi cerebro. Converso con amigos que son muy amables de su parte y me llaman para platicar y les agradezco sus invitaciones y son charlas estupendas, gozo de ese privilegio. Mi padre, algún día voy a estar con usted para seguir en esas coloquiales conversaciones. Papá lo único que le puedo decir que este teclado donde estoy escribiendo esto, está salpicado de lagrimas. FELIZ DIA DEL PADRE .
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