Hay comidillas y cotorreos en todo el país por los acontecimientos que nos apremian a los salvadoreños. La situación es depauperada y sofocante se han perdido los valores, hay convulsión y mucha incertidumbre. La misma situación caótica hace que algunas personas expectoren paparruchadas. Hay mucha polaridad en el país, muchas revanchas ingratas. Nos estamos desgarrando y desmoronando, no prevalece la reflexión, no hay hoja de ruta, no hay vereda segura, no hay un plan de acción, Hay entuertos coludidos, hay insatisfacciones generalizadas. Que El Supremo hacedor del Universo tenga toda la misericordia para nuestro El Salvador. Que Dios nos de paciencia, esa paciencia bíblica.
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